Para nadie es un misterio que “alguien nos mira”, nuestros datos personales, comportamiento de compra y perfiles hasta sicológicos son activos que se transan en el mercado.
Pero que desafíos supone la privacidad de los datos para las pequeñas empresas?, donde está el limite en analizar, facilitar y entender al cliente mediante su comportamiento y la pérdida de su privacidad.
Cada día, más decisiones se tomarán en base a grandes volumenes de datos, y es que pareciera ser que para acceder a las bondades del futuro, el requisito es perder algo de privacidad en el camino.

Privacidad
En las calles de la ciudad, hay cámaras grabandonos 24/7, si algó pasó, es extraño que no hayan videos, fotos, audios o algún registro. En prácticamente todo momento estamos generando información de posición, actividades y dejando un rastro digital. Que tan público es? que tanto elegimos compartir?.
Hoy por ejemplo es muy fácil conocer el rut de alguien por su nombre, de su rut consultar si tiene situaciones judiciales, sacar certificados, si agregamos un correo, podemos conocer sus redes sociales, circulos de amigos entre otras cosas.
En teoría, somos los usuarios quienes manejamos este nivel de privacidad, pero realmente controlamos todo lo que se publica de nosotros?.

Datos
La información es una ventaja competitiva. Los datos se han convertido para las empresas en un activo muy valioso. Cuanto sé de mi cliente, en cuanto a como se comporta en mi tienda, que productos compra, con quienes se relaciona, mediante que publicidad llega a mi producto son datos que hoy en dia cualquier empresa necesita conocer.
Manejar datos, y sobretodo en un gran volumen (BIG DATA) puede ser un cambio revolucionario para la sociedad en la que vivimos, compartir por ejemplo todos los datos medicos en una base de datos interconectada global podría ayudarnos a comprender enfermedades raras, o brotes epidemicos o incluso predecir la aparición de enfermedades en pacientes. La gran pregunta es, cuanto estamos dispuestos a ceder para obtener beneficios como este.

Negocios
Vender data no es nada novedoso, lo que si es novedoso es la complejidad de la data de un tiempo a esta parte. Antiguamente era común ver la venta de “Bases de Datos” de clientes, a quienes se les bombardeaba de spam u ofertas que nunca pidieron.
Como el marketing cambió, y el spam es molesto, hoy se complejiza esta forma de abordar los negocios, y requiere de un mayor nivel de sofisticación. Quienes han llevado el liderazgo y el mercado de los datos a los limites éticos ha sido la politica. Desde el caso de Cambridge Analitica con Facebook en la Campaña de Donald Trump hasta el caso de SoSafe en Chile y la campaña de Sebastian Piñera
Para los emprendedores, debe existir una brujula ética, en el sentido de entender que los clientes se ganan en buena ley, entregando experiencias extraordinarias y no persuadiendo y manipulando data sin un contexto de buen servicio y ética.