Internet sin duda ha cambiado la forma en la que nos relacionamos y comunicamos. Tanto nuestra capacidad de informarnos, como organizarnos se ha visto mejorada gracias a la interconexión que nos da internet, y principalmente las redes sociales
Esta capacidad trae consigo una responsabilidad, y tal como dice el Tio Ben de Spiderman : “Con un gran poder viene una gran responsabilidad”. Y es que con la facilidad que nos comunicamos y podemos difundir lo que acontece en nuestra realidad, podemos también construir realidades nuevas, no siempre tan genuinas y que esconden otros motivos.
Informarse y tomar decisiones, o incluso mantener una presencia activa en internet, es para los emprendedores (y porque no decirlo para todas las personas) un ejercicio del sentido critico y la capacidad de análisis para entender la(s) realidad(es).
Hoy abordamos 3 elementos que han surgido a raiz de nuestra capacidad de contactarnos instantaneamente, el que cada persona sea un medio de comunicación en si, ha acarreado ciertas cuestiones inherentes a las que poner atención.

Don’t Feed the Troll
Los trolls, son figuras míticas figuras del folklore escandinavo, de grandes orejas y narices. Sin embargo en el mundo de internet, tienen una significancia totalmente diferente.
En Wikipedia se describen así
(…)Describe a una persona con identidad desconocida que publica mensajes provocadores, irrelevantes o fuera de tema en una comunidad en línea
El sentido de existir del troll es “ver el mundo arder”, un troll de internet participa de comunidades online con el objetivo de llamar la atención (o desviarla del tema principal), enfrentar a los usuarios entre si, o provocar discordia simplemente para llamar la atención.
Es por eso que en internet, hay un dicho que es la regla número uno: “You don’t feed the troll”, tu no alimentas al troll con tu atención. Un troll que pasa desapercibido pierde todo su “poder”. Detrás del anonimato se esconden los también llamados haters, que con discursos de odio, pretenden llamar la atención y amplificar opiniones que en otras circunstancias se verían marginadas de cualquier discusión racional.

Bots al servicio del que paga
“No es tan representativo de toda la sociedad, porque hay cinco millones de cuentas en Chile. No es la red social que más penetra, pero sí tiene periodistas y líderes de opinión que marcan agenda. Te permite entender un poco de qué se está conversando en el país en términos de grandes ideas. Puede ser influyente, más que representativo“
–Manu Chatlani, director ejecutivo agencia digital Jelly
Un bot se define como un pedazo de software informático que realiza labores automatizadas. Sin embargo, otro uso de los “bots” es el de crear opiniones en redes sociales para hacerlas parecer representativas de una gran cantidad de personas, cuando en realidad hablamos de cuentas “falsas” que se ponen al servicio de un objetivo comunicacional.
Por ejemplo, mientras escribo estas lineas, es tendencia en twitter el hashtag #FuerzaPiñera que tiene alrededor de 40 mil tweets. Parece a lo menos sospechoso al tratarse del presidente que actualmente cuenta con un 9% de aprobación a su gestión. Alguien miente.
La capacidad de los bots de influir en la sensación de realidad, radica en que a las personas no nos gusta tener opiniones impopulares, es por eso que estas herramientas son generalmente usadas por politicos con tal de crear sensaciones de realidad distintas a las – valga la redundancia – reales.
El analisís crítico nos invita a darnos cuenta que la correspondencia entre redes sociales y la realidad no es directa. Cabe destacar por ejemplo las últimas elecciones en Chile, donde el ganador en plataformas como twitter era José Antonio Kast, quien se vió relegado a un 10% de la votación total. Twitter no es un termómetro.

Miente, miente que algo queda
La frase comúnmente asociada a Joseph Goebbels, Ministro de propaganda Nazi, no tiene un origen claro, pero sigue sin duda vigente hasta el día de hoy.
Las noticias falsas, existen hoy en día gracias a la mayor virtud de internet: la facilidad para compartir información. En el caso de las Fake News, información falsa, tendenciosa, o modificada para distorsionar la realidad a conveniencia de alguna postura.
La premisa detrás de las fake news es generalmente la denominada falacia Ad ignorantiam o el sesgo.
La falacia Ad Ignorantiam consiste en defender una proposición argumentando que no existe prueba de lo contrario, diciendo la incapacidad de un oponente a presentar pruebas convincentes de lo contrario. Quienes argumentan de esta manera no basan su argumento en el conocimiento, sino en la falta del mismo, es decir, en la ignorancia.
Wikipedia
La proliferación de los fake news, se explica por que la democratización del acceso a internet ha crecido, lo que nos permite, por ejemplo por 10 mil pesos chilenos, montar un sitio web de “noticias” y comenzar a escribir sin necesidad de ejercer el periodismo o estar supeditados a las normas o códigos de la entrega de información.
El poder de las fake news, recae en que crean realidad. Si logran que suficientes personas las crean, son capaces de convertirse en virales, y dada la velocidad con la que hoy en día se genera información, se nos hace prácticamente imposible verificar si cada noticia que leemos es verdadera o falsa.

Las fake news no son exclusivas de medios independientes o alternativos. Hace unos días La Tercera tuvo que retractarse de una noticia que aludía a la participación de Cubanos y Venezolanos en los atentados incendiarios en el metro de Santiago. La diferencia, es que al ser expuestos, el medio publicó un retracto asumiendo el error.
El sentido común: el menos común de los sentidos
Finalmente, ¿Cómo sobrevivimos a la información que leemos en internet?. ¿En que creeemos?. Desde Nomadesk creemos que es importante que emprendedores y ciudadanos sean capaces de desarrollar el sentido crítico, de informarse a través de medios que siguen nuestras pautas ideológicas, asi como de medios que no, de manera que nos permitan formarnos una opinión propia.
Obviamente, la forma más sencilla es no creer todo lo que leemos en internet de buenas a primeras, contrastar información y no dejarnos llevar por los impulsos y reaccionar de buenas a primeras.